Sexo y diferencia sexual: trampas patriarcales y verdades femeninas
Parto este texto pensando en estos dos elementos comunes de la sexualidad actual que nunca me gustaron, ni me excitaron (en un sentido erótico), más bien me perturbaban severamente, y creo que mi rechazo proviene del mismo lugar en mí, o del mismo sentir, hablo de la pornografía y de la idea de “eyaculación femenina”. No serán el centro de mis reflexiones, pero sí me sirven para desatar estas palabras. Sobre la primera, me parece, se ha dicho bastante respecto a su carácter misógino, y la violencia que se practica y se fomenta en ese negocio perverso y millonario. Se habla de su influencia negativa en los jóvenes, quienes se educan sexualmente naturalizando la violación y toda clase de humillaciones y violencia contra las mujeres, mientras éstas aprenden a erotizar el dolor y ser complacientes aunque eso lleve al extremo de fingir que disfrutan ser lastimadas. En cambio, creo, no se debate lo suficiente respecto a sí lo que el porno expresa sobre la sexualidad y el deseo