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Mostrando entradas de junio, 2019

Se nace mujer

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Miniatura del libro “ La ciudad de la Damas ”, de Christine de Pizán, gran defensora de la excelencia femenina. (1405, Europa). Ser mujer es una condición irrenunciable, pues se nace así. Es, por tanto, un don. Y lo agradezco. No se puede "dejar" ni "llegar" a ser mujer. Aunque muy probablemen te e l sentido de la expresión de Beau voir "No  se nace mujer, se llega a serlo" no era la que le atribuyen actualmente los transactivistas (la idea de que un hombre puede convertirse en mujer), sí oculta (¿o expresa?) un elemento del pensamiento de la francesa que no dudaré en calificar como liberal y hasta con germen misógino, y que se encuentra desarrollado en otros pasajes de su obra más famosa "El segundo sexo", en los cuales insiste en relacionar la biología de las mujeres con una supuesta inferioridad (la capacidad de parir nos condenaría a la inmanencia, al tiempo que la fuerza y la agresividad masculina haría a los hombres seres tr

Las políticas de identidad de género y la negación de la obra de la madre

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Judy Chicago – Birth Power, 1984 Fuente:  https://www.widewalls.ch/judy-chicago-birth-project-pasadena-museum/?fbclid=IwAR0NoD7miznCtEHpf5p5B1YETefwLt1a2sf3zz8KeUzv2s0NcCkJe6ByVDg Carla Lonzi: “La diferencia es un principio existencial que se refiere a los modos del ser humano (…) La diferencia entre mujer y hombre es la básica de la humanidad (…) El mundo de la igualdad es el mundo de la superchería legalizada, de lo unidimensional; el mundo de la diferencia es el mundo en el que el terrorismo depone las armas y la superchería cede al respeto de la variedad y multiplicidad de la vida. La igualdad entre los sexos es el ropaje con el que se disfraza hoy la inferioridad de la mujer.” (Escupamos sobre Hegel). Pensar al ser humano como un todo informe, en blanco, moldeable al extremo y sin sustancia, es justo lo contrario de respetar la diversidad humana. Negar la diferencia mujer-hombre en su único plano existente, la sexual, es plantear un nuevo igualismo extremo, homogen

Tres breves reflexiones en torno a Carla Lonzi

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Mi acercamiento al feminismo de la diferencia me ha abierto el mundo de una forma que nunca me había pasado. Me he acercado a cierta felicidad (¿relacional?) antes desconocida. 1. Sonaré burda, cruda, aclarando, tal vez, algo que no es necesario aclarar, excepto para mí, porque el haber logrado comprenderlo se ha convertido en un tesoro que no dejo de abrazar y de descubrir en un nuevo aspecto cada día... Digo, la mujer clitórica , no es aquella que se masturba y/o "folla" con otra, sino la que vive su sentido de ser mujer en relación a otras mujeres, y ha sacado al hombre del centro de su universo simbólico (orden simbólico dicen las que saben más), y  éste, con su cultura, odios y pequeñeces, ha dejado de ser EL referente. Así como hablar en femenino no es ponerle una "A" final a cada palabra, ser clitórica no es un gesto hueco que se exhibe para probar algo fuera de sí, viene de más adentro, de un íntimo que no podemos reducir a pancartas, recetas